A través de las experiencias de emprendimiento de Catalina Garrido, biotecnóloga de la Universidad de Santiago, CEO de Liva Company, y Víctor Velastino, Fundador de Aymapu, la comunidad estudiantil pudo evidenciar desde primera fuente la gran entrega y compromiso que requiere la creación de una iniciativa de mercado.
Increíbles historias de pasión y dedicación fueron compartidas en el webinar Eureka: de la Idea al trabajo duro, organizado por el Centro de Innovación de la Facultad de Ingeniería, en el marco del lanzamiento de su programa de emprendimiento, VECTOR Inicia.
La actividad comenzó con las palabras de bienvenida del Decano de la Facultad de Ingeniería y Director del Centro de Innovación, Dr. Cristian Vargas, quien, por medio de un discurso, manifestó la relevancia que ha tomado el emprendimiento, tanto a nivel nacional, como internacional, destacando el compromiso y apoyo que tienen las y los estudiantes de la universidad, por parte de la Facultad.
“Como Centro de Innovación y Facultad de Ingeniería, nos es importante instaurar la cultura de innovación y emprendimiento en el ecosistema universitario. Somos los encargados de guiar a nuestra comunidad estudiantil en la persecución de sus sueños, y tenemos las herramientas y la vocación de querer que cada una, y cada uno de ustedes, luche y cumpla con sus proyectos que contengan en su génesis, un verdadero aporte para la sociedad. Estamos enfocados en brindar todos los insumos necesarios para poder dar ese “empujón” de confianza y conocimiento que muchas veces requiere esta actividad y confiamos plenamente en las capacidades presentes que hay en la USACH”, señaló el Decano.
Por su parte, los emprendedores Catalina Garrido y Víctor Velastino, despertaron un gran interés en las y los estudiantes presentes de la actividad, compartiendo, a través de sus experiencias, el cómo llegaron a desarrollar sus proyectos de innovación, el contexto en el que se encontraban al momento de iniciar su camino y el cómo se encuentran actualmente.
Catalina comenzó su camino en el emprendimiento en la época de la universidad, desde acá dio sus primeros pasos en el ecosistema reforzando sus investigaciones en el área de la biotecnología y decidió comprometerse con el emprendimiento luego de verse en la disyuntiva de cómo continuar con su vida profesional, una vez terminado sus estudios.
“Lo primero que hice fue reconocer mis capacidades, valorar mis aptitudes y mayores atributos como profesional. Lo segundo buscar el apoyo de seres queridos y entorno, para así luego buscar un mentor que me orientará dentro del mundo de la innovación. Tras esto, diseñé una estrategia para conformar un equipo de trabajo y por último me puse a conversar con toda la red, para hablar sobre emprendimiento”, comentó la ex estudiante de la USACH.
Su emprendimiento, nació como la extensión de su proyecto de tesis, que consistía en la creación de un biorreactor el cual se focalizó inicialmente para la industria cervecera. Luego de la participación en distintos fondos concursables como el programa TSF 7 de Startup Chile y el Fondef VIU, pudo escalar en sus soluciones, ampliando así sus líneas de negocios y conformando de esta manera la primera compañía de tecnologías para procesos de producción y escalamiento de microorganismos en Chile, Liva Company.
Todo este trabajo lo realizó a lo largo de 4 años, sin embargo, a mitad de camino, y en pleno proceso de maduración y robustecimiento de su emprendimiento, Catalina quedó embarazada, viéndose en la disyuntiva de cómo continuar con lo que venía siendo hasta el momento, una prometedora iniciativa que combinaba la investigación con la innovación.
“Ha sido un camino de mucho esfuerzo, pero yo creo que la convicción de querer llegar con la empresa a donde está hoy, junto a la crianza de mi hija en paralelo, han sido el motor para para lograr los resultados que venimos teniendo como compañía”, complementó Catalina, quien, durante este año, lanzó su línea de probióticos para personas y animales, NUP!.
Por su parte, Víctor Velastino compartió una historia llena de complejidades, desafíos y superación, con circunstancias que lo llevaron a terminar en situación de calle, pero que, sin embargo, pese a todas las dificultades, logró sortear, viendo en el reciclaje, una oportunidad de resurgimiento y un estilo de vida. De esta manera, desarrolló los cimientos de lo que hoy en día es Aymapu, el papel amigo de la tierra, iniciativa que produce papel 100% reciclado y que, durante su trayectoria, ha sido reconocida internacionalmente con el primer lugar de los Premios Latinoamérica Verde, en dos ocasiones.
“Empecé a buscar cifras del mercado del reciclaje y me llamó la atención los bajos números que presentaba esta materia. Me di cuenta que en el tema de la basura y de los residuos había una oportunidad, me compré una juguera y comencé a hacer papel 100% reciclado de manera artesanal, mientras tanto, con mis conocimientos que tenia de metal mecánica y automatización, empecé a diseñar una maquina con la cual fabricar papel reciclado. A los 6 meses ya estábamos sacando 500 kilos y al año una tonelada de papel 100% reciclado, libre de ácido y blanqueadores”, comentó el expositor sobre los inicios de su emprendimiento.
“La innovación puede venir de cualquier parte y por eso siempre hay que estar abierto a conversar con cualquier persona. Nadie es lo suficientemente sabio como para no poder conversar con un caballero que estaciona vehículos, por ejemplo”, comenta Velastino luego de relatar una historia de cómo dio solución a la impermeabilización de uno de sus productos, tras haber tenido una conversación con una persona ajena al rubro.
Aymapu es una iniciativa que busca honrar la labor de quienes realizan el trabajo de recolección, comenta su fundador. “Dignificamos el trabajo de los recicladores de base a través de un pago justo. En promedio nosotros les pagamos de 4 a 6 veces el precio de mercado, hemos trabajado junto a SENCE y SENDA Previene para ir ayudando a la gente en su desarrollo personal. De los 60 recicladores que han pasado por Aymapu, 17 terminaron sus estudios y tres recibieron su casa propia. Uno no sabe en donde tu proyecto puede parar, a quienes puede afectar de manera positiva”.
El programa del Centro de Innovación de la Facultad de Ingeniería, VECTOR Inicia, comenzó este miércoles 12 de mayo con el taller “Introducción al Emprendimiento” y a lo largo de 9 semanas consecutivas impartirá cada miércoles a las 17:00 horas una nueva temática de interés dentro del ecosistema, cimentando así las bases para el desarrollo de un correcto proyecto de emprendimiento con potencial de mercado.
Por: Cristian Contreras