Continuando con los talleres impulsados por la Preincubadora de Negocios del Centro de Innovación, VECTOR, se llevó a cabo una presentación que tuvo como punto principal el desarrollo del método norteamericano, Jobs to be done.

Bajo la consideración de enfocarse en los requerimientos y necesidades del cliente, y poder empatizar desde su punto de vista, se desarrolló el quinto taller del programa de emprendimiento del Centro de Innovación de la Facultad de Ingeniería, VECTOR Inicia. La actividad contó con la participación de la comunidad emprendedora de la Universidad de Santiago y repasó una de las variantes fundamentales para la conformación de un proyecto de mercado.

Haciendo una diferenciación entre los tipos de emprendimientos existentes en el ecosistema, Yerko Ramírez, Coordinador de Emprendimiento del Centro de Innovación, contextualizó el panorama del mundo del emprendimiento llevando así a cabo el taller: Diseño del Problema. El profesional, quien está a cargo de fomentar el desarrollo de emprendimientos de base científica tecnológica de la Facultad de Ingeniería, comenzó su exposición detallando la importancia que tiene la identificación del problema para la gestación de una iniciativa de negocio.

“Cuando hablamos de un proceso de innovación y de emprender, es súper necesario poder entender bien lo que rige o lo que da origen a nuestro problema, cuál es la línea causal de nuestro desarrollo. Nosotros a veces cometemos el error de enfocarnos mucho en la solución y olvidamos que esto de emprender, requiere de una mirada mucha más sistémica. Mucho más íntegra”.

De esta manera, Ramírez se centró en relevar las nociones esenciales para poder formular de mejor manera un correcto análisis a las problemáticas que debe enfrentar un emprendimiento o innovación, por medio de la metodología desarrollada por el economista estadounidense Clayton Christensen, el Jobs to be done.

El objetivo de este proceso, es llegar hasta el factor causal, hacia el inicio que hay detrás de una determinación de compra, haciendo necesario contar con una aproximación desde el punto de vista de los clientes en cuanto al servicio y/o producto que se desarrolla. “Lo que se busca cuando uno está innovando y emprendiendo, es entender la perspectiva que tiene el cliente constantemente”, complementó el profesional.

Dentro de las variantes y tareas que contiene esta metodología, Ramírez, comentó, que, “este es un trabajo que requiere de un proceso sistemático el cual ayuda a identificar necesidades y segmentos de mercados que no están satisfechos”. Bajo este marco, se presentan tipos de necesidades del cliente que se deben considerar para lograr una compresión más acabada sobre este, considerando así los puntos de:  trabajo funcional, resultados deseados, trabajos relacionados, trabajos emocionales y sociales, cadena de consumo y los resultados financieros deseados por el comprador.

Complementariamente, el Coordinador de Emprendimiento profundizó sobre algunas técnicas para identificar tareas e interpretar creativamente los datos recopilados de los clientes para el diseño del problema, como lo son la entrevista a profundidad, los estudios etnográficos, el informance y los focus groups, entre otras.

Concluyendo su presentación, Yerko comentó que las soluciones van mejorando y mutando con el tiempo, con el desarrollo de las tecnologías, pero la necesidad, siempre existe. “Cuando uno descubre esa necesidad insatisfecha de lo que está buscando el cliente de una manera objetiva, esa necesidad se mantiene en el tiempo, y lo que va cambiando es la solución. Decir que está todo hecho también es un error, porque las innovaciones y soluciones van mutando con el tiempo a medida se van desarrollando estas soluciones”.

Por: Cristian Contreras