Consideraciones para establecer una diferenciación y herramientas que ayudan en la confección de una iniciativa de negocio, fueron vistas en nueva jornada de emprendimiento. Una jornada cargada de vivencias de emprendimiento fue la que tuvieron las y los emprendedores de la Universidad de Santiago en la segunda sesión del programa del Centro de Innovación de la Facultad de Ingeniería, Vector Inicia. Por medio del taller denominado “Propuesta de Valor” las y los estudiantes pudieron complementar sus conocimientos que buscan establecer un correcto desarrollo en sus iniciativas innovadoras. Tomás Ffrench-Davis, Co fundador de KellunApp, iniciativa que se encarga de gestionar acciones solidarias conectando a voluntarios, donantes, proyectos sociales emergentes, ONGs y empresas, en torno a un ecosistema de acciones benéficas, a través de una plataforma digital, compartió con la comunidad usachina, su experiencia y conocimiento en el campo del emprendimiento. Para Ffrench-Davis, uno de los elementos relevantes que se debe considerar dentro de la creación de cualquier iniciativa de innovación, está marcado por la manera en que esta se destaca y marca un sello distintivo en relación a otra. En este contexto, es importante diferenciarse del resto, generando un valor agregado al producto o servicio que se ofrece y marcando una tendencia clara en las soluciones de mercado que se plantean. Se debe identificar de manera concreta la problemática a la cual se apunta. “La propuesta de valor nunca va a ser la solución final de tu emprendimiento. Hay que enfocarse en la problemática que se va descubriendo. No en una problemática global o distintas cosas, sino que algo puntual. En base a esto, vas a generar distintas propuestas de valor y distintas hipótesis que te irán llevando a esa solución final”, comentó el emprendedor. En este sentido, el apoyarse de las presentes tecnologías y buscar soluciones en base a estas, hace que la idea de negocio propuesta, tenga un componente diferenciador potente acorde a las tendencias, avances y necesidades, que se manejan en el mercado y en la sociedad. Hoy este ha pasado a ser un punto crítico en el desarrollo de las cosas, por lo que debe ser considerado en las diversas iniciativas. “Buscamos convocar a aquellos agentes de cambio de manera masiva y en un solo lugar. Ahí fue en donde vimos el valor en la tecnología. Creamos y resolvimos de alguna forma la masividad para poder a ayudar a aquellas personas, que buscan ayudar, por lo que desarrollamos una aplicación que trabajase como una especie de “tinder”, en el área del voluntariado. Esto era una oportunidad de resolución de problemáticas reales. Nuestra propuesta de valor, fue hacer este match digital”, comentó Tomás, acerca su experiencia con KellunApp. Culminado su participación, el mentor aconsejó a las emprendedoras y emprendedores de la universidad, a que, establezcan su problemática, como un pilar fundamental dentro de la creación de sus iniciativas de innovación. “Deben creer en sus ideas, enamorarse de la problemática y nunca de la solución”. De manera adicional, Ffrench-Davis compartió distintas herramientas digitales que, a él y a parte importante del ecosistema de innovación y emprendimiento, han ayudado en la planificación, desarrollo y conformación de sus iniciativas de emprendimiento. Trello, Canva, Mailchimp, Asana, Pexels y Freepik, fueron algunas de las plataformas y aplicaciones vistas. Por: Cristian Contreras
Programa de emprendimiento del Centro de Innovación Fing comenzó con taller “Detección de un problema”
Cerca de 70 estudiantes se inscribieron en Vector Inicia, iniciativa que tiene por objetivo apoyar a las y los innovadores de la universidad, en sus proyectos de carácter científico tecnológico. Emprendedora usachina compartió tips y datos por medio de su experiencia vivida en el ecosistema nacional. Con un gran ambiente, y de manera participativa, comenzaron las sesiones del programa de emprendimiento del Centro de innovación de la Facultad de Ingeniería, Vector Inicia. Las y los emprendedores de la Universidad de Santiago de Chile (USACH) recibieron los conocimientos y los consejos de María Ignacia Lucares, CEO de B-Morph, ex alumna de arquitectura que desarrolló el taller “Detección de un problema”. El emprendimiento es una actividad dinámica, marcada por las tendencias, y que, a lo largo del tiempo, ha ido tomando fuerzas y se ha instaurado de manera potente en los lineamientos estratégicos de la universidad. Acorde a estos esfuerzos, e impulsando de manera constante el fomento de la actividad, Vector Inicia, se establece en la USACH, como un semillero de emprendimientos que busca dejar su sello, a través de soluciones tecnológicas, que impacten de manera positiva a la sociedad. En este contexto, el Coordinador de Emprendimiento del Centro de Innovación, Walter Valdés, recordó a los participantes, las implicancias que trae este nuevo programa, destacando que “esta iniciativa, es un espacio para que las y los estudiantes de la USACH, conozcan sobre emprendimiento y puedan emprender, ya a sea en sus carreras, en la universidad o fuera de ella. Esperamos que todas y todas puedan pasar del proceso divergente de encontrar una idea de innovación, a un proyecto tecnológico con potencial de mercado”. Por su parte, María Ignacia Lucares, presentó a las y los estudiantes, procesos y consejos, que serán de ayuda para identificar el problema dentro de sus proyectos de innovación. En este escenario, se hizo imperioso conocer las distintas variantes a las que debe apuntar una posible solución y, detectar de manera eficaz, el problema al cual se destinarán los esfuerzos que darán el impulso al emprendimiento a desarrollar. “Es importante identificar en qué uno es bueno. Definitivamente, uno no puede ser bueno en todo, y si se es que se es bueno en algo en específico, es desde aquí en donde uno puede potenciar una gran oportunidad. Una pequeña dificultad se puede transformar en una excelente oportunidad de negocio, lo que puede traer consigo una gran solución”, comentó la mentora refiriéndose a una interesante historia de emprendimiento con la que comenzó su taller. Dentro de la presentación se pudo desprender que se debe conocer en macro el contexto de lo que se busca resolver y examinar desde varios puntos de vistas, las necesidades de los clientes o usuarios a los cuales se quiere llegar con una solución real. Una vez identificado el problema, se hace necesario “casarse con este” creer en él y buscar un equipo interdisciplinario que colabore en dar soluciones a las incertidumbres identificadas, poniendo desde sus perspectivas, todos sus conocimientos y habilidades para la consecución de objetivos que deriven en soluciones de valor. “Es necesario ser minucioso y comenzar a resolver un sólo problema”, complementó Lucares. “La solución puede cambiar, pero el problema no. En este sentido, se deben adaptar las soluciones a los cambios de la industria. Las soluciones son variables, por lo mismo hay que estar abiertos a cambiarlas. Así también, el compromiso con el problema, y todo lo demás que surja, es lo principal para iniciar un negocio”, dijo la emprendedora. Entre los tips significativos mencionados, se destacan variantes como la identificación de los afectados de los problemas. La escucha activa por parte de quien emprende con las experiencias de quienes padecen de estas dificultades, y el reconocer, de qué manera, estas vicisitudes, afectan el entorno cercano del objeto de estudio. La próxima sesión de Vector Inicia se llevará a cabo este miércoles 15 de junio a las 17:00 horas en el edificio de Innovación Docente de la Facultad de Ingeniería. En esta ocasión, Tomás Ffrench-Davis, estará conversando acerca de la importancia de establecer un elemento diferenciador en los emprendimientos con el taller, “Propuesta de Valor”. Por: Cristian Contreras
Programa Vector Inicia del Centro de Innovación FING realizó su lanzamiento oficial con interesante historia de emprendimiento
Julien Hanna, Cofundador de la startup Qactus, relató su camino en el emprendimiento y compartió su start up Qactus, la cual se dedica a transformar residuos de plásticos en productos comercializables, utilizando la impresión 3D, como principal tecnología. Con la charla de inspiración “Las grandes ideas tiene un punto de partida”, el pasado 31 de mayo, el Centro de Innovación de la Facultad de Ingeniería, realizó el lanzamiento de su programa de emprendimiento, Vector Inicia 2022. La actividad se desarrolló en el Salón de Honor de Rectoría y tuvo la participación de la comunidad estudiantil que está interesada en ser parte de esta nueva iniciativa de preincubación de emprendimiento. En una jornada marcada por la camaradería y la innovación, el Decano de la Facultad de Ingeniería, y también Director del Centro de Innovación, Dr. Cristian Vargas, recibió a los participantes de la jornada, invitándolos a ser parte de una nueva iniciativa que tiene dentro de sus objetivos convocar las mentes creativas de la Universidad de Santiago, en torno al desarrollo y potenciamiento de ideas innovadoras que buscan crear soluciones reales, acordes a las necesidades de nuestra sociedad, en base a la ciencia y la tecnología. Para la autoridad, el programa se ha consolidado dentro del ecosistema universitario y es una gran fuente de apoyo para las y los estudiantes. “Vector Inicia poco a poco se ha ido transformando en el semillero de emprendimientos de la USACH, y es desde acá es donde buscamos impulsar y acompañar a los distintos agentes de cambio que se gestan al interior de nuestra casa de estudios. Nosotros estamos a disposición de nuestra comunidad estudiantil y es parte de nuestro objetivo, ayudarlos y guiarlos en la consecución de sus sueños”. Por su parte, el Coordinador de Emprendimiento del Centro de Innovación, Walter Valdés, desarrolló una presentación que englobó los sistemas de apoyo en innovación, trasferencia tecnológica, emprendimiento y prototipado con los que cuenta el Centro, y comentó en detalle, las nuevas implicancias que trae Vector Inicia 2022, el cual comienza con sus talleres de acompañamiento, el próximo miércoles 8 de junio. “Este año seleccionaremos a cinco equipos más destacados del programa para que puedan desarrollar junto al Centro de Innovación el proceso de prototipado de su idea. Además, quien resulte ganador o ganadora de esta convocatoria, tendrá como gran recompensa el pasar directamente a la final del concurso de emprendimiento de nuestra universidad, Despega Usach”. Ya en lo que fue la charla principal, y con el objetivo de acercar las experiencias de quienes han logrado desarrollar una carrera en el ecosistema de innovación y emprendimiento nacional, plasmando sus ideas más ambiciosas que hablan acerca el desarrollo productivo y social de la comunidad de una manera sustentable y responsable con el medioambiente, Julien Hanna, Cofundador de la startup Qactus, relató su camino en el del emprendimiento y compartió su experiencia con su empresa, iniciativa que se dedica a transformar residuos de plásticos en productos comercializables, utilizando la impresión 3D, como principal tecnología. Historia de emprendimiento Para Julien, su camino en el emprendimiento, partió cuando estaba en la universidad. Aquí junto a su grupo de compañeros (algunos actuales socios de Qactus), comenzó a desarrollar una iniciativa de fabricación de cervezas artesanales, utilizando así los conocimientos generados en su carrera de biotecnología. Sin embargo, producto de los propios estudios, tuvo que dejar de lado la empresa para abocarse de lleno a lo que sería su tesis. Este acontecimiento, en vez de acortarle su proceso en el emprendimiento, no hizo más que enseñarle una nueva oportunidad en el desarrollo de soluciones que estuviesen acorde a las necesidades que presenta la sociedad y el ecosistema, y fue en su propia actividad al interior de los laboratorios, en donde desarrollaba su tesis, donde detecto un tremendo problema en el uso de los plásticos y en los desechos que estos generan. “Percibiendo esta situación, decidimos con nuestros amigos hacer algo al respecto, y es así como empezamos a investigar sobre el impacto que los desechos de plásticos dejan a nivel global, viendo que la situación que vivíamos en el laboratorio, era solo la punta del iceberg. De esta manera, llegamos a un movimiento que se llama “precious plastic” donde proponen la confección de máquinas de fácil armado para procesar plásticos y utilizarlos como productos. Estos planos, eran liberados en internet, por lo que hicimos nuestra propia trituradora de plásticos”, comentó Hana. Dentro de las funcionalidades de estas máquinas, se podían realizar filamentos para impresoras 3D desde plástico reciclado, esto, llamó completamente la atención de los jóvenes emprendedores, quienes desde se momento, comenzaron a dar forma a lo que sería su actual iniciativa, Qactus. “Nosotros trabajamos en base a un ciclo de economía circular muy bueno, en donde integramos nuevas tecnologías que no son las tradicionales y en donde se puede agregar valor de forma muy sustancial”. “Utilizar el plástico para la fabricación de filamentos para la impresión 3D, nos llamó mucho la atención ya que cambia el paradigma. Ya no es utilizar el proceso normal para hacer valorización de plástico, sino es utilizar tecnología de punta para esto. La impresión 3D es una tecnología que está en auge y que, según el Foro Económico Mundial, es una de las 5 tecnologías que está dando forma al presente y dará forma al futuro”, agregó el emprendedor. La startup fue fundada en 2017, y a lo largo de su trayectoria, han sido parte de diversos procesos de aceleración de negocios como Start-Up Chile, donde trabajaron con grandes marcas como HP y Ripley. Dentro de su recorrido, la empresa fue seleccionada como uno de los 500 mejores proyectos de LATAM por los Premios Latinoamérica Verde, quedando en el lugar 36 de su categoría. Hoy buscan impulsar la producción y consumo responsable, a través de la fusión de la tecnología con la sustentabilidad. Para finalizar, Julien llamó a los participantes a ser parte de estas iniciativas que permiten a sus estudiantes aprender cosas nuevas, destacando lo mucho que él habría utilizado una oportunidad de este
Claudia Seco Farías, gerente del Centro de Innovación FING Usach: “Las mujeres tenemos las capacidades para ejecutar un liderazgo distinto”
Los Centros de Biotecnología Acuícola, y el de Innovación y Ttransferencia Tecnológica (Innovattec) son parte de los distintos proyectos que ha apoyado la profesional, con foco en el desarrollo, innovación y emprendimiento de nuestra universidad, en cada uno, ha trabajado desde la instalación de sus infraestructuras hasta la postulación y adjudicación de fondos para el financiamiento de estos. “Me considero una gestora que impulsa la I+D aplicada, emprendimiento e innovación de base científica tecnológica, que apoya a las y los académicas/os, estudiantes e investigadoras/es de la Universidad de Santiago en llevar adelante sus proyectos”. Quizás esta frase sea la que mejor define parte de la extensa labor que ha realizado en nuestro Plantel, Claudia Seco Farías, la actual gerente del Centro de Innovación de la Facultad de Ingeniería (FING), lugar que abrió sus puertas hace tres años con la finalidad de instalar infraestructura, mecanismos y capacidades para acercar los resultados de la I+D desarrollada en nuestro Plantel a la industria, de manera de fomentar la innovación y el emprendimiento. Claudia se incorporó en 2005 a la Usach, justo cuando finalizaba la carrera de Administración de Negocios Internacionales en la Universidad de Valparaíso. Dice que, en ese tiempo presentó un proyecto como profesional independiente para levantar una incubadora de negocios biotecnológicos para la Facultad de Química y Biología. Recuerda que la Dra. Mónica Imarai vio en ella un potencial que, hizo que, saliendo de su oficina, la llamara para ofrecerle trabajar con ellos y así ayudar en lo que sería el futuro Centro de Innovación y Transferencia Tecnológica (Innovattec). “Nunca pensé que ese sería el inicio de muchos desafíos profesionales en la Usach”, enfatiza. Cabe destacar que la iniciativa, posteriormente daría origen a la Incubadora de Negocios Innovo. Participación en iniciativas de alto impacto ¿En qué otros proyectos ha participado en el ámbito de la innovación y el emprendimiento? Trabajé en impulsar y levantar financiamiento para el Centro de Biotecnología Acuícola, (CBA Usach) de la Facultad de Química y Biología. Postulamos y adjudicamos fondos públicos privados que ascendieron a los $7 mil millones, lo que permitió impulsar el Consorcio Tecnológico en Sanidad Acuícola, ICTIO Biotechnologies. Luego, ingresé al proyecto Ingeniería 2030 de la Facultad de Ingeniería, cuyo principal objetivo es apoyar a las universidades chilenas que imparten las carreras de Ingeniería Civil, en el proceso de implementación de planes estratégicos destinados a transformar -bajo estándares internacionales- sus facultades en los ámbitos de investigación aplicada, desarrollo y transferencia de tecnología, innovación y emprendimiento. Acá fui Subdirectora de dos, de los seis ejes del proyecto, entre 2015 y 2022. Claudia comenta que, en paralelo y a través de Ingeniería 2030, surgió la oportunidad de levantar y liderar iniciativas tales como el Centro de Innovación, “cuya construcción y conceptualización comenzó en 2015, logrando abrir sus puertas en 2019 con programas extracurriculares de impulso a la i+e, tales como Lions Up, Vector y Premios Icono”. Destaca que también lidera “la formulación del proyecto Polo de Innovación para el desarrollo productivo de las Mypes del Sector Poniente de la RM que se adjudicó el FIC GORE, el cual tiene la finalidad de desarrollar e implementar una plataforma innovadora que permitirá caracterizar, georreferenciar, diagnosticar y capacitar las mypes, junto a sus cadenas productivas del sector, para intervenirlas productivamente y ayudarlas en su reactivación económica”. Los retos actuales y futuros del Centro de Innovación En la actualidad, este espacio atiende a académicas/os, investigadoras/es y estudiantes de pre y postgrado en las diversas necesidades que presentan sus proyectos, para lo cual cuentan con un Laboratorio de Prototipado dedicado a asesorar, diseñar y fabricar dichos modelos e iniciativas de I+D aplicada, emprendimientos tecnológicos, tesis y servicios. Asimismo, existe un equipo multidisciplinario de profesionales que apoyan el contacto con la industria, el emprendimiento en la etapa temprana mediante Vector Inicia y las actividades del Centro que se compatibilizan con otros programas del ecosistema, como los de Unidad de Innovación y Emprendimiento de nuestra Vicerrectoría Vridei. En lo que queda del 2022 ¿Cuáles son sus próximos pasos? Buscamos posicionarnos como un polo de innovación para el sector poniente de la Región Metropolitana. De hecho, nos adjudicamos un proyecto FIC del GORE, donde gracias a la excelente vinculación que hemos generado con los alcaldes de los siete municipios que participan de la iniciativa, y sus respectivos encargados de fomento productivo, estamos georeferenciando esta zona, a través del diagnóstico de sus necesidades de investigación y desarrollo, de manera de generar proyectos, de acuerdo a esos resultados. Para esto, estamos trabajando junto a las comunas de Cerro Navia, Renca, Pudahuel, Cerrillos, Quinta Normal, Maipú y Estación Central. Invitando a las mujeres a innovar y emprender Desde su labor en el Centro de Innovación ¿Cuáles son las propuestas que están llevando a cabo para que más mujeres Usach puedan emprender e innovar? A través de nuestros programas, fomentamos la participación y liderazgo de las mujeres, y mediante bonificaciones en cada iniciativa, impulsamos e incentivamos su integración. Nosotros somos un gestor que conecta las necesidades que existen en el ecosistema con el entorno, y aquellas del mercado con las ofertas de la Universidad. A través de nuestra área de emprendimiento, apoyamos a estudiantes, levantamos proyectos vinculados con la industria y generamos acciones para acortar brechas de género, entre otros. A través de su experiencia ¿Cómo ha visto la participación de las mujeres en el ecosistema de la Universidad? Las mujeres cuando llegan a emprender, lo hacen para quedarse. Lo que percibimos es que tienen un muy buen nivel de participación, son muy persistentes con sus proyectos y son líderes positivas. Además, vemos que a nivel de ecosistema, hay cada vez mayor participación de estudiantes, académicas e investigadoras, las cuales también han generado otras redes internas que las hacen sentir más integradas y organizadas, reconociendo que hay una brecha que se está abordando. ¿Qué consejo le daría a las estudiantes para motivarlas a emprender? Este es un momento perfecto para que puedan innovar y emprender, porque hay programas enfocados a las mujeres, un ecosistema que las está